Tuesday 27 August 2013

Cómo mantener una actitud positiva en el trabajo: no te tomes nada personalmente

¡A la carga con otro vídeo!



Vender pues no se trata de controlar a las personas, se trata de controlarte a ti mismo. Tu enfoque debe estar en el proceso. No en el resultado. De lo contrario estarás muy reactivo a la mínima, tus días se caracterizarán por estar constantemente subido en una montaña rusa emocional.

Me explico. Cuándo te enfocas en hacer el trabajo, la presentación de ventas, etc,  lo mejor que puedas, tu mente fluye libremente. Si de verdad pones intención es hacer un buen trabajo, y no hay pereza en tu interior, te vas a mover de manera muy poderosa, serás rápido y afilado como un sable y lograrás influenciar y dejar huella a un gran número de personas a lo largo del día.

No digo que haya que olvidarse del resultado, hay que tenerlo en mente. No digo que no haya que aprender de los errores, y usar el feedback de cada interacción, de cada "fracaso" (y lo pongo entre comillas porque no existe el fracaso como tal si puedes aprender algo de el) para aprender algo nuevo y seguir mejorando y puliendo tu técnica.

Al cliente hay que escucharlo. Pero si un NO del cliente nos saca del buen rollito, vamos a llevar esa energía al próximo cliente. Si una discusión con un compañero nos saca de nuestro camino nos va a afectar de manera negativa incluso a largo plazo si lo permitimos.

Es cierto, a veces hay días complicados, parece que te has levantado con el pie izquierdo y todo sale mal. Es en esos días cuándo te tienes que forzar a mantener una actitud positiva. Cuándo todo sale bien y a la primera ¡qué fácil es permanecer positivo!

Permítete unos minutos si lo crees necesario para quejarte, gritar, maldecir, conmiserarte, darte un abrazo o llorar en un rincón. Pero pasados esos minutos deja de quejarte como un blandengue y vuelve al trabajo. No seas ridículo. Literalmente hay veces que me empiezo a hacer la burla si me pongo excesivamente victimista "¡oh! pobrecito, que nadie le hace caso y son maleducados"

En incontables ocasiones me ha dado la impresión de que el cliente no estaba para nada interesado, pero como no me daba una contundente señal verbal de que parase yo he seguido adelante, enfocándome en mi mismo y lo tenía que decir y no preocupándome por si iba a cerrar la venta o no. Y al final la he cerrado.
Prohibido decirte NO antes de que te lo diga el cliente.

Imagina que vas a golpear una tabla de madera. Para romperla tienes que golpear a través de ella. Sin importar si va a poner resistencia o no. Si a mitad de camino piensas cuánta resistencia va a oponer, calculas cual es el mínimo de fuerza para que la puedas romper pero no te hagas daño. Lo que ocurrirá es que no la partas pero revientes de dolor. Como el corredor que no va frenando cuándo va llegando a la meta para ahorrar a la meta, si no que continua.

No tienes segundos pensamientos. Tu tarea es en dar lo mejor de ti mismo. Si te tiene que parar el cliente ya te parará. Si 200 te rechazan, ya te comprará el 201. Y si no es hoy, será mañana. Persiste. En los peores días me obligo a olvidar el objetivo. Si el objetivo es grande lo divido en cantidades más pequeñas. Quieres estar presente, aquí y ahora. Y esto no quiere decir ser vago, no es no actuar, o actuar con desgana como si el resultado estuviera escrito y solo aguantas trabajando hasta que suene la campana del recreo. Pregúntate si estás dándolo todo, si te sientes orgulloso de ti mismo en estos instantes. Pregúntate por que lo haces, más allá de por llegar al objetivo, o por las comisiones, o porque lo dice tu jefe y no quieres quedar mal.

Te aseguro que cuándo as dejado tu alma en el puesto de trabajo, y puedes mirar a cualquiera con la cabeza bien alta, con 0 victimismos, a sensación es más gratificante que cualquier resultado

El rechazo te debe producir risa. Problema del cliente, problema del amargado de turno, problema del cuarentón o cuarentona que no folla. No es tu problema. ¿Has hecho algo mal? ¿No verdad? ¡Pues continua! Además ese cliente que hoy puede tener un mal día mañana puede ser tu mejor aliado. No lo sabes. Si antes de presentarnos ante una nueva persona le pusieran un vídeo de 10 minutos con nuestros peores momentos de nuestra vida, ¿verdad que no le causaríamos muy buena impresión? Personalmente ahora, si tengo que revisitar a clientes, si en la primera ocasión nos partimos la caja intento meterme en ese humor antes de entrar por la puerta. Si por el contrario, el tío era un subnormal maleducado, hago la revisita como si nada hubiera sucedido, ¡y sorpresa! hoy resulta que el tío es majísimo.

Otra pregunta: ¿Depende tu humor de lo que otros piensen de ti, o de las acciones que tomen otras personas? Entonces nunca serás feliz. Las personas son personas. Tienen libre albedrío. Se les puede influenciar, sí, ¡desde luego! Pero no son tus marionetas. Tu misión es controlar tus acciones y controlar tus pensamientos.

Intentar gustar a todo el mundo, y pensar en cada situación que es lo correcto a decir es mucho peso sobre tus hombros. Quieres tu cabeza ligera como una pluma.

Se que todo esto suena muy raro y contradictorio, parece una paja mental. Pero explicar una sensación con palabras es un tanto complicado. En la realidad es mucho más sencillo. Os recomiendo que leáis algún libro de filosofía oriental para estar más en sintonía con mis palabras.

Un ultimo pensamiento. Tu mascota tiene sed. Llenas un recipiente con agua pura y cristalina. Lo llevas hasta el recipiente. ¿Lo puedes obligar a beber? No, pero lo has hecho lo mejor que has podido, la decisión final es suya, puedes estar tranquilo. Pero al animal le puedes meter el agua con una jeringuilla si es estrictamente necesario, si se está deshidratando, me puedes decir. Bien, al cliente le puedo amenazar con una pistola si es estrictamente necesario.

Espero haberos aclarado algo. Escribirme vuestras dudas. ¡Nos vemos!

Val Fierro
Vender en Tiempos Revueltos

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